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viernes, 3 de agosto de 2018

Higiene bucal.

   Continuemos con la siguiente entrada sobre higiene y cosmética, en este día versaremos sobre el cuidado bucal.


   La nariz y la boca deben limpiarse con mucho esmero. Aquella como órgano del olfato y que tanto contribuye a la respiración, exige las atenciones de cada momento con relación a la limpieza. Respecto a la boca, la primera ocupación que pide su conservación es la de lavarme interior y exteriormente los dientes con un cepillo por la parte que está colocada la esponja. La limpieza de la boca tiene por objeto además de la conservación de la dentadura, la de tener un aliento puro para no incomodar a las personas con quienes se habla.

   Las caries de los dientes proceden muchas veces de la falta de limpieza. Es menester lavarse todas las mañanas la boca con agua fresca, y limpiarse los dientes con un cepillo suave, a fin de no destruir el esmalte que los protege. Es menester igualmente limpiarse bien los dientes después de una comida; pero no con el tenedor ni con alfileres, con plumas u otros objetos de metal. Se empleará limpia-dientes de marfil, de madera o de pluma, y se llevará a cabo discretamente esta operación con el mayor disimulo. Si se sintiera algún dolor en los dientes, conviene ponerse cuanto antes en manos de un hábil dentista.

Polvos dentífricos exquisitos.

   Los mejores polvos para limpiar la dentadura son aquellos  en que domina el carbón, porque además de conservar la blancura, no quita el esmalte, purifica la boca, evita la caries y afirma las encías. He aquí una de las principales preparaciones:

   Póngase 30 gramos de carbón finamente pulverizado, tres gramos de quina amarilla en.polvo, tres gramos de azúcar en polvo, ocho gotas de esencia de menta, y mézclese todo esto cuidadosamente. Algunos preparan estos polvos tomando 30 gramos de carbón reducido a polvo impalpable y tamizado, mezclados con tres gramos de quina roja, 15 de crémor tártaro y un gramo de alcanfor.

Pomada dentífrica.

   Si se quiere convertir los polvos en pomada para conservar la dentadura y las encías, se agregará a la fórmula antedicha 40 gramos de miel de superior calidad, y bátase todo, disolviendo primero el alcanfor en un poco de alcohol.

Fuentes: Reglas de urbanidad para señoritas. Reglas de urbanidad y buenas maneras. El cocinero práctico.

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