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martes, 15 de julio de 2014

Introducción.

    El vestido está considerado desde hace más de dos siglos, como una disciplina de estudio. Historiadores, filósofos, antropólogos, sociólogos, etnólogos, modistos, especialistas en varias disciplinas, se internan en el estudio de la escuela gráfica de la indumentaria, en su historia y sus razones históricas, pero muy pocos en su moral y en la importancia que ha tenido el vestido en la sociedad. El vestido, tanto sea de piel, de lana o de tela cumple siempre una función determinada. Protege el cuerpo de los elementos naturales, lo cubre al mismo tiempo que lo realza. Es por así decirlo, como una segunda piel.

Adán y Eva, los primeros diseñadores de moda.

    La moda comenzó siendo una expresión del poder de la clase dirigente, que defendía su privilegio hasta tal punto que algunas modas eran exclusivas de los monarcas. Los estilos fueron bajando progresivamente por la escala social, y con el tiempo cambiaron más rápidamente y se hicieron más asequibles.

    Los datos importantes que nos ayudan a elaborar un estudio serio de la evolución de la indumentaria, tanto masculina como femenina, adquieren el máximo rigor desde que se empiezan a editar los primeros libros de patrones de sastres. Estos primeros libros surgieron en España a finales del siglo XVI. En 1589, Juan de Álcega publica en Madrid su: “Libro de geometría, práctica y traza”, seguido de Rocha Bourguen en 1618 y de Martín de Andújar en 1640. En Francia en 1671, Benoît Boullay publica “El sastre sincero”, y en 1678 Gersault: “El arte del sastre”. En 1796, en Inglaterra se publica una “Guía del sastre completo” y el “Análisis comprensivo de la belleza y la elegancia”. Esto fue el inicio de otra etapa, la ya imparable carrera de la moda, que sorteaba los libros de los sastres con las revistas de moda y patrones.

   Hoy en día, estos diseños pueden ser vistos como simples curiosidades por el historiador "amateur" ávido de imágenes populares de antaño, y siguen siendo tomados como referencia para muchos diseñadores o creadores. Al transcurrir los años, han sido fuente de inspiración para los artistas, pintores, escultores o dibujantes, como también para los sastres, diseñadores y modistos. Desde la antigüedad hasta la actualidad, el "Arte vestimentaria" en toda su fantasía, no ha dejado indiferente a nadie.

    Pedrete Trigos.

4 comentarios:

  1. Muchas gracias, Pedrete, por traernos toda esta información fascinante sin que nos tengamos que tomar la molestia de rebuscar por esos mundos virtuales.
    Me parece muy interesante.
    Un abrazo fuerte
    Victoria

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    1. Bueno, tampoco te fíes 100 % de todo lo que yo diga y cuente en este blog. Solo soy un simple aficionado a la historia del vestido.

      ¡Un besote enorme!

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  2. ¿Cómo que un simple aficionado a la historia del vestido, Pedrete? Acabas de darme datos que desconocía por completo. Y bueno, coincidimos en la importancia de la presencia y el desarrollo del "arte vestimentaría" como le llamas ;) Yo he sido una dilettante toda mi vida de este tema fascinante que empezó a traerme hacía los siete años de edad. No soy una erudita en la materia pero me fascina el desarrollo histórico de los "trapos" y el por qué van cambiando. Así como su importancia en términos sociales. Esta aventura que comienzas, te va a brindar muchas satisfacciones, ya verás. Y desde ahora te auguro muchos éxitos como digno émulo de Juan de Alcega ;)

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    1. Pues sí, no soy más que eso, un simple aficionado que disfruta mucho, muchísimo, dedicándole horas a este entretenimiento. Descubrir la importancia que tuvo el vestuario en la sociedad y su desarrollo, es uno de los aspectos que más me atrapan de esta afición. Seguiré compartiendo con todos vosotros los pocos avances que vaya consiguiendo en la materia.

      ¡Un abrazo enorme!

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