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sábado, 24 de enero de 2015

Vuelen, vuelen.

    ¡Hola a todos!

    Hoy vamos a hablar de un entretenimiento propio de los salones de la primera mitad del XIX, el juego del "vuelen, vuelen". Dicho juego de prendas que se desarrolla de la siguiente manera:


    La reunión o tertulia de varias personas se sienta formando un círculo alrededor del que lleva el juego. Éste pone las manos sobre sus rodillas y los demás hacen lo mismo. Cuando el director dice "vuelen, vuelen las palomas" o cualquiera otra clase de animal volátil y levanta los brazos en ademan de volar, todos los jugadores deben imitarle. Pero cuando aquel nombra un cuadrúpedo o cualquier otro animal incapaz de volar, deben guardarse de hacerlo porque entonces pagarán una prenda. El director, para hacer caer en falta a los demás, puede levantar los brazos para todos los animales que nombre, sean o no volátiles o permanecer inmóvil si le acomoda. Por consiguiente, los jugadores no deben atender a su acción si no a lo que diga.

    Una persona de viveza e ingenio puede animar mucho este juego nombrando rápida y alternativamente un ave, un pez, un reptil, etc; mezclando con ellos los objetos que no vuelan si no accidental o figuradamente, como una hoja, el viento, una flecha, una palabra, el pensamiento, etc. Entonces hay dudas: unos levantan los brazos, otros permanecen quietos; todos quieren tener razón, se debate, se ríe y se paga prenda si procede.

    Para evitar cuestiones sobre si levantaron o no los brazos, debe advertirse que han de alzarlos de manera que las manos lleguen por lo menos a la altura del pecho, pues muchos se contentan con un movimiento tan pequeño, que se duda si los levantan o no.


    ¡Un cordial saludo!

4 comentarios:

  1. ¡Magnífica entrada! Nos ha encantado esta manera que tenían de divertirse en los salones decimonónicos.

    Habrá que empezar a practicar, jajaja.

    Un saludo, caballero.

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    1. La idea de esta entrada me ha venido al hilo de volver a ver la serie de TVE "Proceso a Mariana Pineda". Hay series históricas de TV que no tienen desperdicio, se les puede sacar mucho partido.

      ¡Un saludo griposo!

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  2. Había muchos juegos de salón y no dudo que en España se jugara también al navío ;) La dinámica es simple: se ponen todos los jugadores sentados en corro y con un pañuelo que sirve como objeto arrojadizo se dice: "Aquí viene un navío cargado de..." y se arroja el pañuelo a la persona que deseamos que lo recoja. El que recoje el pañuelo pañuelo vuelve a decir: "Aquí viene un navío cargado de..." y así hasta que se cansen o aburran. Era un entretenimiento social que no carecía de cierta picardía ya que los navíos podían ir cargados de rosas de colores, o de comida, o de bichos infectos que no dejaban de ser indirectas para quien tenía que recoger la prenda :) Por supuesto, si no se encontraban los jugadores a las vivas, el pañuelo caía al suelo y se tenía que pagar una prenda. Se jugó mucho esto durante el siglo XIX aquí en México, aunque su furor como juego, correspondió a la primera mitad del siglo :)

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    1. No conocía este juego y parece muy simpático, Carmen. Hoy nos parecen cosas de niños, pero de niños muy pequeños, ya que este tipo de diversiones puestas en manos de adultos resultarían completamente fuera de lugar. Y es que los tiempos han cambiado una barbaridad.

      ¡Un besote enorme!

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