Su nombre viene
del italiano, corvatta o cravatta, derivado
de "croata". El origen data del año 1660, cuando los jinetes del
ejército croata usaban pañuelos de colores al cuello. La fecha de
nacimiento de la actual corbata se remonta a la segunda mitad del siglo XVII,
con la llegada a Francia de los mercenarios croatas. Con su
traje tradicional llevaban un pedazo de tela blanca, que llamaban 'hrvatska'
(es decir: Croaciaen idioma croata). La anudaban formando una
rosita y dejando colgar las extremidades encima del pecho. La croatta les
gustó mucho a los franceses que la adoptaron y llamaron cravate y
luego la difundieron en todo el mundo. Durante la revolución francesa, la
corbata se volvió un verdadero status-symbol y por primera vez
adquirió un valor político: el revolucionario la llevaba negra, mientras el
contrarrevolucionario se la ponía blanca. Vino, luego, el momento de los incroyables,
gente elegante y extravagante cuya corbata tenía enormes dimensiones y llegaba
casi a esconder la barbilla y el labio inferior. Fue importante en este periodo
la persona de Lord Brummel que para anudarse su corbata necesitaba la
ayuda de dos mozos. Él mismo introdujo el empleo del almidón, para que
mantuviera su rigidez.
El cravat, solía ser un pañuelo
grande, por lo general almidonado, cuadrado o triangular de lino o seda doblado
en una banda y envuelto alrededor del cuello. A veces se
envolvía alrededor de un refuerzo primero, que era una especie de collar de
cuero de considerable altura, lo cual le confería un aspecto rígido muy al
gusto de la época. Había diferentes maneras de
atar el cravat dependiendo de la formalidad de la vestimenta
correspondiente. La mayoría de ellos eran blancos, pero los colores no eran
infrecuentes en atuendos informales. En los primeros años del siglo XIX la
forma de la corbata empezó a acercarse a la actual. La moda había empezado a
homologarse con algunas excepciones como el tipo lavallière,
caracterizada por dos partes iguales en ancho y largo, que se volvió el emblema
de los artistas y de los revolucionarios.
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