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martes, 26 de agosto de 2014

Desinformación.

    ¡Hola a todos!

    Me encanta internet, reconozco que es una herramienta de lo más útil. Acerca el conocimiento a cualquier lugar del planeta, pone a disposición de cualquier usuario muchísima información que antes quedaba casi vedada a unos cuantos. Es posible tener acceso desde el salón de tu casa a muchísimos libros, estudios, tesis…  que se encuentren en cualquier rincón del mundo. Pero reconozcamos que en medio de ese maremágnum de datos, hay también muchísima desinformación.

Así me quedo cuando leo lo que leo.

     "La mantilla es una prenda que tiene su origen en la Semana Santa", es la última barbarie que acabo de leer.

    Ocurre muchas veces que en el estudio del vestido, como es el caso que nos ocupa, uno se encuentra con determinadas “lagunas” llamémosle así, en las cuales no se haya información o dato alguno. Pues bien, no se empeñe nadie en rellenar esos huecos con la primera hipótesis que se le venga a la mente. La historia debe estudiarse siempre desde un punto de vista científico, con datos contrastados y resultados fidedignos. Los razonamientos a los cuales uno pueda llegar, no deben tomarse al pie de la letra y convertirlos en verdades incuestionables. Si algo bueno tiene la investigación, es que cualquier día se puede descubrir algo nuevo, por lo cual hay que estar siempre ojo avizor y tratar de no creerse uno con la verdad y el conocimiento absoluto.

   Para un amateur de la historia del vestido como soy yo, hace años resultaba imposible tener acceso a libros donde se hablara de este tema. Encontrar en librerías, no ya del pueblo donde resido, si no de Sevilla o Córdoba, libros sobre historia del vestido, era como pretender encontrar una aguja en un pajar. Pocos libros sobre esta materia había hace 20 años que se hubieran traducido al castellano. Y los pocos que había eran ediciones que en muchos casos se encontraban descatalogadas debido a los varios años que hacía de su publicación. Por eso que hoy con internet, muchos aficionados podemos tener al alcance de la mano, información que antes nos quedaba a años luz. Pero repito, en medio de esta información hay muchos gazapos con los cuales hay que tener un especial cuidado. Por lo que le recuerdo, querido lector, que contraste siempre la información que obtenga. No se conforme con lo primero que lea; busque, dude, investigue, no se canse nunca de aprender. Como dijo René Descartes: “Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro”.

   ¡Un cordial saludo!


    Pedrete Trigos.

10 comentarios:

  1. Yo solo te hago caso a ti ....tu si que sabes nene ¡¡
    Un besin ¡¡¡

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    1. Pues muy mal, porque algunas veces soy muy, pero que muy zoquete. Hoy te quedas castigada sin recreo.

      ¡Y punto pelota!

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  2. Amén. Creo que el problema radica en que mucha gente pretende sentar cátedra, tenga o no tenga fuentes que avalen sus tésis... Hay que ser humilde y si dudas seguir investigando hasta que aclares esas dudas. En fin, ármate de paciencia porque en este mundillo se ven y se leen verdaderas barbaridades. Un abrazo.

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    1. Y como decía Carmen en facebook, lo peor es que algunas veces también se leen incongruencias por parte de expertos. Supongo que son conclusiones antiguas que han terminado obsoletas tras nuevos descubrimientos y avances, y que lamentablemente, otras personas han seguido tomando por sentencias inapelables. La verdad es que lo de la mantilla me ha tocao la fibra sensible... ¡Ay omá!

      ¡Un besote!

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  3. Totalmente de acuerdo, es un tópico en internet dar todo como verdad absoluta, yo pienso, al igual que tú, que internet es una herramienta maravillosa, pero también es la creadora de la "sociedad de la desinformación" como yo la llamo... Besos.

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    1. Que sepas que me he acordao mucho de ti y del artículo que escribiste el otro día sobre la comida de los comedores infantiles. Resulta desagradable como algunas veces tendemos a distorsionar la realidad para nuestro convenio. Sí, puede que resulte mucho más cómodo no contrastar la información y quedarnos con lo primero que nos sirven. Personalmente detesto a quienes van por el mundo creyéndose poseedores de la verdad absoluta. No es que haya que ponerlo todo en duda, eso nos llevaría al escepticismo, pero hay que generarse preguntas, eso nos hace estar vivos y querer seguir aprendiendo y creciendo.

      ¡Un besote enorme!

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  4. Eso es lo que tienen el internet, Pedrete ;) Desgraciadamente, es un lugar en donde la información se presenta y se exhibe sin ningún filtro que nos evite estos "trancazos" de ignorancia. El único filtro que nos queda por usar es nuestro conocimiento previo sobre el tema que nos orienta hacia el lugar al que queremos llegar. Si tu conocimiento, aunado a tu intuición, son buenos y rigurosos, es obvio que sabrás encontrar verdaderas joyas de información en la red; si no, es obvio que te quedarás con el primer "gazapo" consultado ;) Aun entre los expertos no se ponen de acuerdo porque asuntos como la historia y evolución del vestido incluye no solo conocimientos técnicos de patronaje, vocabulario preciso con respecto a técnicas, materiales y uso de las prendas, sino además darse una buena zambullida en su contexto histórico-geográfico-temporal y, claro, en todo el aspecto iconográfico que nos ha llegado acerca de las prendas que estudiamos. Dicho de otra manera, no es transitar por una sola vía sino hacerlo por varias a la vez de manera simultánea ;) Recrear es tratar de volver hacer igual una prenda, la que sea, con el obstáculo de que aparece, nos guste o no, descontextualizada del entorno que le fue propio. Hemos estudiado técnicas y materiales, tratamos de darles el mismo nombre que tuvieron -aunque en eso también fallamos pues nos guiamos por los expertos anglosajones que nombran todo de acuerdo a las fases de su propia historia y entorno social- pero, finalmente aunque alcancemos la perfección como reproductores del objeto, siempre hay algo imperceptible que se nos escapa a la hora de vestirlo o usarlo: el espíritu de una época a la que no pertenecemos. Un beso enorme :*

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    1. Y todo eso lo encontramos cuando estudiamos prendas, digamos "standard", si ya nos metemos a estudiar prendas populares típicas de determinados países, ahí ya podemos dar por seguro que terminaremos locos de atar. Suma al análisis técnico de la prenda, (material, confección, patronaje) el contexto social-económico en el que se desarrolla. Más los usos y costumbres del momento. El bagaje histórico en el que dicha prenda ha ido evolucionando y lo seguirá haciendo. Total, que termina siendo un estudio antropológico y etnográfico.

      De todas formas es apasionante cuando realizas un descubrimiento nuevo y terminas por encontrarle una lógica aplastante e incluso te terminas por identificar con la prenda y sientes que provienes de ahí, que esa prenda o ese estilo forman parte de tus raices. Esa sensación no la cambio por nada.

      ¡Un abrazo enorme, querida Carmen!

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  5. es simple desidia, ese pasotismo que se a apoderado de mucha gente, tanto joven como mayor, a los que ni si quiera les interesa lo que leen o comentan, por eso no se preocupan de lo que es verdad o no, no les importa mas que polemizar y figurar
    un abrazo

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    1. Pues para mí al menos, el estudio de la historia del vestido es la parte que más me apasiona. Me encanta saber sobre usos y costumbres. Creo que descubrir el pasado nos ayuda a comprender el presente, saber el por qué de muchas tradiciones. Nuestro origen, en definitiva.

      ¡Un abrazo enorme y gracias por insistir a la hora de dejar tu comentario!

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