El jubón es una
prenda rígida que cubría desde los hombros hasta la cintura y que estuvo en
boga en España en los siglos XV, XVI y XVII hasta que las túnicas más
largas o con vuelos de haldas y las casacas de influencia francesa se hicieron
más populares. Su aparición como parte del traje civil se data en el siglo XIV
pero su verdadero auge lo alcanzó en el siglo XVI en que se extendió desde
España a toda Europa. Se trataba de una prenda interior que se llevaba sobre la camisa y
que se unía a las calzas por medio de agujetas (cordones).
Encima de ella se vestía la ropilla con mangas o un coleto sin
ellas. Una de las partes características del jubón era su cuello rígido.
Durante el reinado de Felipe II y
Felipe III, el jubón y las calzas fueron las dos prendas obligadas en todos los
guardarropas masculinos. Sobre ellas los hombres podían vestir un coleto sin
mangas o una ropilla con ellas. Para cubrirse llevaron echadas sobre los hombros,
prendas cortas, como la capa, el herreruelo y el bohemio.
Si durante el siglo XVI y
concretamente durante el reinado de Felipe II, España fue la nación más
poderosa de Europa a todos los niveles, (político, territorial y económico)
durante el reinado de Felipe III se inicia la profunda recesión económica,
agravada por las campañas bélicas, la corrupción administrativa de su reinado y
las continuas pestes y malas cosechas. En el siglo XVI y coincidiendo con el reinado
de Felipe II se impuso en toda Europa el modo de vestir de los españoles, del
que cada país dio su versión particular. Con el reinado de Felipe III el
vestido español, en el ámbito europeo fue perdiendo importancia, a la par sin
duda que su economía. La moda española en este período tendía a aprisionar el
cuerpo, al reducir al mínimo los movimientos y a mantener erguida la cabeza. El
vestido español colaboró activamente en adoptar el lenguaje corporal que
caracterizaba a la sociedad española. Su hechura favorecía los movimientos
graves, sosegados y altivos, armonizando así con la fama que entonces tenían
los españoles dueños de medio mundo, de altaneros y orgullosos.
Como hemos visto, en la segunda
mitad del siglo XVI, la moda española se impone en toda Europa y el jubón como
prenda rígida contribuyó notablemente en
dar al torso masculino la tiesura y empaque que exigía la moda. Los patrones
que nos ofrece Juan de Alcega nos permiten conocer la hechura del jubón. En
ellos se observa cómo los delanteros se curvan para acoplarse al abombamiento
del torso. Este corte se había acentuado en los últimos años de la década de
los sesenta; venía a ser la expresión de una de las muchas influencias que el
traje militar ejerció sobre el traje civil, al tratar éste de reproducir la
forma de la coraza. Para modelar el torso, según la silueta de moda, el jubón
siguió forrándose con varias entretelas como venía siendo habitual.
El jubón era una de las prendas
de hechura más difícil y más costosa. Ello explica que existieran gremios
especializados de juboneros, independientes de los sastres. Se vestía siempre
sobre la camisa; cubría la mitad superior del cuerpo hasta la cintura, donde se
sujetaba a las calzas con las agujetas. Para darle rigidez se forraba con
varios lienzos. Los llamados jubones “fornidos” se rellenaban con borra o
algodón. Mediante estos procedimientos, el jubón ajustado, estirado y armado,
modelaba el torso según la silueta de moda. De un hombre en calzas y en jubón
se decía que estaba desnudo. El jubón quedaba oculto por los otros vestidos;
sus partes visibles eran el “collar” tieso y duro rodeando el cuello y las
mangas.
Fuentes: Wikipedia y Museo del traje.
hay que ver como se complicaban la vida , y que de capas usaban ,
ResponderEliminarun post genial , gracias
besitos
Mari
Sí, yo no cambio la comodidad de unos vaqueros y una camiseta por estas prendas.
Eliminar¡Un besote!
Pues yo, para el diario, no usaría un jubón; pero, vestían mucho, tal y como se ve en esos retratos, Pedrete :) La solemnidad de la moda española de siglo de los Austrias Mayores, es algo que me sigue impresionando. Cuando Carlos, como que la sociedad era mucho más festiva y los colores campeaban por sus fueros haciendo la indumentaria mucho más vistosa pero, fue ponerse de luto Felipe, y cayó sobre la sociedad una especie de monocromatismo que, si bien es cierto, no fue generalizada, era la norma cortesana. Los colores también son un tema dentro de la Historia del Vestido pues, a mayor rigidez social, menor combinación cromática. En lo particular, no tengo nada sobre el uso del color negro siempre y cuando pueda combinarse porque, de otra manera, el luto riguroso logra deprimirme. Un beso muy, muy fuerte.
ResponderEliminarEl negro, aunque hoy lo asociamos al luto y cosas tristes, en la época era un signo de lujo. Hay que tener en cuenta que mantener limpio un traje de color negro es complicado, más en aquella época en que tanto los caminos como muchas calles eran de tierra. Por otro lado los tintes que se usaban en la época, al ser naturales tendían a decolorar con el tiempo y el lavado. Mantener la ropa negra con un color negro intenso era difícil y los tintes eran caros. Por lo que en muchos casos mucha ropa negra, tendía a volverse parda con el paso del tiempo.
EliminarY sí, el emperador Carlos era mucho más proclive a las modas lujosas que su hijo. Aunque existen retratos de Felipe II siendo príncipe, pintados por Tiziano, dónde aparece con ropas más lujosas, pieles y la consabida bragueta. Un elemento de la moda masculina del momento que a priori, poco tiene que ver con el carácter austero del monarca escurialense.
¡Un besote enorme!
Estaría bueno reinterpretarlo en algún tipo de cuero para hacerse una cazadora!! :P... Interesantísimo todo lo que has publicado, e incluso lo que comentan, pero el dato del negro como indicador de lujo me dejó de cara, jamás lo había pensado así.
ResponderEliminarY sobre lo cómoda o incomoda que resultaba la moda, pues también hay que tener en cuenta que poco y nada hacían cuando vestían estas prendas. En muchas épocas la vestimenta de las cortes se ha diferenciado abismalmente de la empleada por los trabajadores y la gente que necesitaba sentirse mas cómoda para realizar una actividad, basta ver las cortes borbónicas francesas o incluso la isabelina británica, por no hacerme eco de lo que tu presentas de la española, que ni tomar una escoba podrían con semejante cantidad de cosas encima.
Llegas tarde, querido Hernán. Ya en la época existían las "cueras", una prenda muy similar pero con aldetas y sin mangas. Como ves, todo está inventado.
EliminarMuchas veces ocurre en este blog, que lo más interesante se encuentra en los comentarios. Con suerte algunas veces creamos una especie de tertulia donde cada cual aporta sus conocimientos. Sí, el uso del color negro en aquella época era sinónimo de lujo. Todavía hoy se considera uno de los colores más elegantes a la hora de vestir. Por supuesto que este tipo de prendas no se vestían para realizar ningún tipo de labor. Pero aún así son muy incómodas.
¡Un abrazo enorme!