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miércoles, 20 de agosto de 2014

Leyes suntuarias.

    Hoy los cánones de estética han variado y no poco, hoy se estila la gente delgada y alta, las pieles morenas. La moda actual tiende también a la homogenización, la globalización ha contribuido a ello. Pero antes cuando los medios de comunicación no eran tan rápidos como hoy en día, la evolución de la moda era mucho más lenta. Y no solo la climatología de cada país contribuía al empleo de tejidos más livianos o gruesos para protegerse de las agresiones climatológicas. Si no que la propia cultura e idiosincrasia de cada país aportaban caracteres a la moda de cada lugar.


    El lujo en la indumentaria se tenía por prerrogativa de la aristocracia, identificable gracias a modas vedadas a los demás. Con el fin de trocar este principio en regla inquebrantable, e impedir «el ultrajante y excesivo aparato de varias gentes contrario a su situación y categoría», se anunciaron varias leyes suntuarias destinadas a fijar la clase de telas que la gente debía usar y cuánto podía gastar. Proclamadas por pregoneros en calles y asambleas públicas, se señalaron, para cada condición social y nivel de ingresos, las gradaciones exactas de tela, color, adornos de piel, ornamentos y joyas. Se prohibió a los burgueses la posesión de vehículos o el uso del armiño, y a los labradores cualquier color que no fuera el negro o el pardo.

    Los grands seigneurs, dueños de múltiples feudos y castillos, no tenían dificultad en singularizarse. Sus sobrevestes recamadas en oro, capas de terciopelo forradas de armiño, jubones acuchillados, sus mangas colgantes,  zapatos de largas puntas de cordobán encarnado, sus anillos, guantes de gamuza y cinturones de los que colgaban campanillas y cascabeles, y sus innumerables gorros, boinas hinchadas, gorras de piel, capirotes, birretes, coronas de flores, turbantes y tocados de todo género y forma, eran inimitables.


    Paulatinamente con el tiempo, se han ido arrinconando estas diferentes promulgaciones de leyes suntuarias, que las clases dirigentes de toda la historia delimitaban su uso para mantener privilegios. Pero esto es otra historia, una historia que cambió con la burguesía en la edad moderna, pero que ocurría paralela a las rutas económicas, al auge de los imperios y a las nuevas técnicas de elaboración de los tejidos. 

    Pedrete Trigos.

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